Lecciones imperecederas de la batalla por la dignidad de la UIS

Cuando en los primeros días de Mayo de este año, la comunidad pública conoció la grabación en la que el rector de la UIS, Jaime Camacho Pico, sostenía una conversación con un integrante de un grupo al margen de la ley, en la que se comprometía a entregar un listado de estudiantes para la ejecución de un “plan pistola”; diferentes sectores, de dentro y fuera de la Universidad manifestamos nuestro rechazo por la gravedad del asunto.
Se espero entonces, que el rector tuviera la dignidad de asumir su responsabilidad política, renunciando de su cargo al frente de la UIS. Sin embargo, actúo eludiendo su responsabilidad y negándose a enfrentar a la comunidad universitaria que le exigía respuestas concretas del hecho. Peor aún, las instancias de dirección de la Universidad respondieron con arrogancia a las exigencias justas y trazaron como principal estrategia la imposición de un nuevo período de Camacho, reeligiéndolo, ratificándolo y defendiéndolo como pieza de entronque para el desarrollo del modelo educativo neoliberal en la UIS.
Ante semejante ataque a la institucionalidad universitaria, el estudiantado emprendió una serie de tareas de denuncia, crítica y movilizaciones alrededor del problema de la antidemocracia en la universidad que arroja algunas importantes lecciones que es necesario revisar y comprender.
Lo primero que debe resaltarse es la capacidad del estudiantado de no dejarse amilanar por semejante autoritarismo de la administración. Ha logrado generar escenarios de unidad como el de la Coordinadora Estudiantil Jaime Acosta, en la que la OCE participa; con unos objetivos concretos que permiten aunar esfuerzos para la batalla. Hecho que ha contado con nuestro total respaldo al convertirse en un paso importantísimo para la construcción de la organización gremial de los estudiantes de la UIS.
Aunque algunos creen que el problema principal es Camacho como rector; nosotros nos mantenemos en la posición que en Colombia las Universidades Públicas sufren sendos golpes a la denominada “Autonomía Universitaria” y que la definición de las políticas educativas están dadas por las exigencias de las multinacionales y los monopolios económicos del país, arrebatándole el carácter soberano que debe tener la educación.Está claro que Camacho representa un modelo de educación pobre para un país pobre. Las reformas académicas que ha promovido en este tiempo apuntan a deteriorar la calidad académica de la Universidad, convirtiéndola en centro de formación de mano de obra semicalificada. Además, del modelo universitario autofinanciable con estadísticas que superan más de la mitad de su presupuesto anual, contando con ello el cambio en la concepción de la investigación para producir conocimiento a una investigación financieramente rentable.

En segundo lugar; la forma en que la comunidad universitaria ha asumido esta batalla, logrando atraer sectores que por errores del pasado no compartían la lucha estudiantil. Hoy los que nos consideramos demócratas estamos convencidos que la continuidad de Camacho como rector de la UIS, condena a la universidad al debilitamiento del carácter público, la calidad y el arrasamiento de la democracia entendida como la posibilidad que en la universidad afloren las más disimiles concepciones sobre la política, la sociedad y la ciencia y la posibilidad de que se produzca la asociación libre y el reclamo por la garantía de los derechos civiles y democráticos. Y el llamado ha sido exitoso en la medida que diversos sectores se han sumado, promoviendo de manera directa o indirecta la “desobediencia estudiantil”. Participando en las actividades que se han promovido para exigir la dignidad de la UIS, asistiendo a las asambleas, marchas, mítines, y comprometiéndose en el desarrollo de las tareas simbólicas que han despertado la solidaridad de la población santandereana. Es demasiado importante resaltar el método que se ha utilizado. Alejado de las iniciativas individuales, caudillistas y aisladas, proponiendo la lucha democrática que no puede ser confundida ni tergiversada por acciones que no correspondan al interés y al sentimiento general del estudiantado.
El tercer aspecto que debe resaltarse es la contundencia de lo hecho hasta ahora. Se ha logrado derrotar a la administración Camacho a la hora de querer disolver la protesta por medio de declaratoria de vacaciones, cancelación de semestre y procesos disciplinarios, a lo que se ha respondido con movilizaciones democráticas, iniciativas de diversos sectores que han revelado el espíritu autoritario de los miembros del Consejo Académico y la administración actual. Sumado a esto, el ánimo de desvirtuar a la Coordinadora, a sus miembros, promoviendo informaciones desvirtuadas orientadas a hacer perder la credibilidad y confianza depositada por la comunidad universitaria. Debemos declarar victoria al respecto. Sus medidas han sido a todas luces desacertadas y han demostrado la poca democracia con la que la dirección de la universidad pretende resolver la crisis. Lo anterior ha logrado que sectores tradicionalmente indiferentes a la defensa de la universidad, se hayan sumado con diversas iniciativas como las tutelas, exigiendo el derecho a la educación, entre otras manifestaciones de desobediencia estudiantil como lo vivido el 26 de junio en la ceremonia de graduación donde el rector Camacho sufrió la humillación de estudiantes que se sienten indignados ante semejante desastre de administración.
El cuarto aspecto corresponde al nuevo escenario político existente. La Organización Colombiana de Estudiantes entiende que la resistencia a la administración Camacho debe continuar. Sin embargo, adquiere otra forma, pues se debe garantizar que se pueda culminar el semestre académico. Esto no significa que se abandone la batalla; promoveremos grandes jornadas académicas, culturales y deportivas sin desistir de grandes movilizaciones ni acciones que permitan continuar demostrando que lo mejor para defender el carácter público, democrático y científico de la UIS es que renuncie la administración Camacho.

La Organización Colombiana de Estudiantes exhorta al estudiantado a mantenerse firme en las convicciones, pues será elemento necesario para aspirar a construir una organización estudiantil, que es necesaria en el ánimo de construir y materializar un programa de los estudiantes de la UIS.

tomado de Nuevo Magazín.com

periódico de la Organización Colombiana de Estudiantes OCE