Dia del estudiante REVOLUCIONARIO

El estudiante es revolucionario porque transforma, porque estudia y lucha al tiempo, porque intenta construir un mundo donde quepamos todos, donde la injustica desaparezca, donde el estado policivo no nos siga persiguiendo por pensar diferente a un gobierno que sólo le sirve a sus propios intereses. Es necesario un cambio de raíz y eso es lo que a través de la historia los estudiantes han querido hacer y muchos han caído en el intento. Un 7 de junio de año 1929 cayó Gonzalo Bravo Pérez, un 8 de junio cayó Uriel… y un 9 del mismo mes cayeron 8 estudiantes más solo por defender lo público e intentar construir una sociedad diferente, solo por pensar.

Es el día del estudiante, pero no del caído ni del muerto, el vivo, sino del que debe ser hoy el motor de la sociedad, la fuerza social incalculable. Debemos apropiarnos de nuestro papel dentro de la sociedad que no es otro sino el de revolucionar, no podemos seguir siendo borregos ofrecidos a la mejor multinacional para seguir enriqueciéndolos a ellos y dejar de lado al pueblo que paga nuestros estudios y exige de nosotros un compromiso social real y no de dientes para fuera, ¿si yo ayudo a la sociedad trabajo en una multinacional que explota carbón y desplaza campesinos, erosiona tierras y explota trabajadores, eso es ayudar a la sociedad? Despertemos.

El che tenía razón cuando hablaba de que la revolución no se lleva en la boca para vivir de ella sino en el corazón para morir por ella. Muchos creen ser revolucionarios porque hablan en los micrófonos o porque dan mercados a los pobres, eso no tiene nada de revolucionario, que no es otra cosa sino el estudiante que estudia y lucha a la vez, pues sabe que debe construir un mundo mejor donde poder desempeñar verdaderamente su profesión donde sí le pueda dar frutos a esa sociedad que tanto la necesita. Y tal vez también Hannah Arendt cuando afirmó: El revolucionario más radical se convertirá en un conservador el día después de la revolución, es decir un seudo revolucionario.

Los revolucionarios no se forman en un día ni dos, es mucho el trabajo que se deba hacer, son lecturas, son análisis de las situaciones, de los momentos y el actuar lo que configura la formación de un estudiante revolucionario, que está con el pueblo y a través de su conocimiento genera movimiento. Es como decía el Che ser revolucionario es el escalón más alto de hombre, por tanto el estudiante revolucionario es el escalón más alto del estudiante.

Si las cosas se hacen bien lo resultados deben ser iguales. Pero si seguimos cometiendo los mismos errores por emocionados, por ilusos y por falta de análisis político de los hechos que suceden dia a dia continuaremos haciendo las cosas mal y repitiendo los mismos errores del pasado. La historia la habremos leído no para utilizarla nuestro favor sino para repetir aun peor los errores que ellos cometieron. Las malas lecturas son las que nos llevan a las malas conclusiones y por tanto a los errados accionares.

No queremos más mártires de la revolución. No queremos más pretextos para seguirle el juego al sistema porque si bien sabemos que por nuestros muertos ni un minuto de silencio, también queremos que no hayan más muertos porque con o son ellos seguiremos manifestando nuestro inconformismo contra este sistema capitalista que genero el actual sistema educativo. Ellos quieren seguir derramando nuestra sangre y generar cortinas de humo para que olvidemos nuestros objetivos de lucha, que no son llorar por nuestros muertos sino luchar por nuestros vivos.

No olvidemos nunca que los movimientos estudiantiles pueden jugar un papel político de vanguardia propio en circunstancias de hostigamientos. Una fuerza pensante que no se deje llevar hacia el borde del abismo donde solo se puede responder con violencia. Un movimiento estudiantil realmente organizado tendrá éxito con sus objetivos revolucionarios únicamente cuando se alíe con las clases más explotadas de la sociedad; los trabajadores y los campesinos.

En estos días anualmente se les recordará, pero no para llorar, ni para generar resentimientos ni odios, sino para aprender de ellos, para entender que sus luchas son ejemplo y muestra de esto aún no acaba, antes se pone peor y seguiremos defendiendo los intereses de los estudiantes que son los mismos que los del pueblo, son los intereses de un pueblo que clama libertad y transformación. Tenesmo el deber de continuar luchando y de recontextualizar nuestras ideas de lucha dia tras dia. Debemos ir aprendiendo de nuestros errores para poder avanzar, de lo contrario continuaremos llorando a nuestras víctimas y dejando que la historia se repita sin poder modificarla. Uno es o no estudiante revolucionario, no se puede estar en el medio, no somos revolucionarios si no somos el motor de la sociedad, sino le imprimimos energía a los movimiento sociales, sino le damos frescura las ideas mamertas y retrogradas que ya no funcionan, simplemente somos el alimento que necesita la derecha para seguir fortaleciéndose pues seguiremos siendo o los tontos estudiantes o lo terroristas que tanto les gusta recrear. Nunca olvidemos que “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción casi biológica”.