En Colombia no son nuevas las fundaciones que promueven determinadas visiones del poder. En 1994, Juan Manuel Santos creó la fundación Buen Gobierno; desde 2001 el ex presidente Ernesto Samper dirige la Fundación Vivamos Humanos, y en 2005 nació la Fundación Carlos Lleras, para alimentar la bancada de Cambio Radical.
Pero en los últimos meses ha cobrado especial protagonismo una nueva creación: el Centro de Pensamiento Primero Colombia (Cppc), del ex asesor presidencial José Obdulio Gaviria. Fue fundado en 2006 y tiene una misión muy distinta a las de los ejemplos mencionados. Primero, porque éste se ocupa de legitimar el statu quo en lugar del cambio político y busca "consolidar en el largo plazo el cuerpo doctrinario del presidente Álvaro Uribe" como única alternativa para "mantener el rumbo del país". Y segundo, porque mientras los otros son grupos de académicos enfrascados en debates, en este le dan una importancia particular al activismo, en particular al adoctrinamiento de jóvenes y a la propaganda.
El Cppc tiene 21 capítulos en el país y uno en Washington y es financiado, en su mayoría, por empresarios antioqueños. En cada capítulo se capacitan jóvenes para que divulguen el uribismo en las universidades y desarrollen iniciativas por la reelección. Así, el Centro apoyó la movilización que, por medio de 200 tutelas, buscó que la Corte Suprema frenara la investigación contra 86 representantes por votar el referendo. Además el Centro está apoyando a un grupo que promueve una séptima papeleta para las elecciones de marzo en la cual se exija la liberación de los secuestrados; divulgar "el respeto hacia la Fuerza Pública"; rechazar la "infiltración chavista", y "exigir la no interferencia de las Cortes en política". Seguir leyendo
Pero en los últimos meses ha cobrado especial protagonismo una nueva creación: el Centro de Pensamiento Primero Colombia (Cppc), del ex asesor presidencial José Obdulio Gaviria. Fue fundado en 2006 y tiene una misión muy distinta a las de los ejemplos mencionados. Primero, porque éste se ocupa de legitimar el statu quo en lugar del cambio político y busca "consolidar en el largo plazo el cuerpo doctrinario del presidente Álvaro Uribe" como única alternativa para "mantener el rumbo del país". Y segundo, porque mientras los otros son grupos de académicos enfrascados en debates, en este le dan una importancia particular al activismo, en particular al adoctrinamiento de jóvenes y a la propaganda.
El Cppc tiene 21 capítulos en el país y uno en Washington y es financiado, en su mayoría, por empresarios antioqueños. En cada capítulo se capacitan jóvenes para que divulguen el uribismo en las universidades y desarrollen iniciativas por la reelección. Así, el Centro apoyó la movilización que, por medio de 200 tutelas, buscó que la Corte Suprema frenara la investigación contra 86 representantes por votar el referendo. Además el Centro está apoyando a un grupo que promueve una séptima papeleta para las elecciones de marzo en la cual se exija la liberación de los secuestrados; divulgar "el respeto hacia la Fuerza Pública"; rechazar la "infiltración chavista", y "exigir la no interferencia de las Cortes en política". Seguir leyendo
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