La condición de estudiante existe desde tiempos perdidos en la memoria. Sócrates la exaltó con su ejercicio y con el sacrificio en acatamiento a las normas, pero con defensa histórica y recia. El estudiante ha sido la mejor oportunidad de las sociedades para perdurar y renovarse. El porvenir mejor estará en las facilidades que se tengan de comprender y conocer a partir de los niños y los jóvenes. En el estudiante se congregan los tres tiempos: el pasado, el presente y el futuro. En su sentir y ambición todo cabe, como exploración de riesgo, como seducción de aventura, como posibilidad de jugársela con romanticismo. El estudiante viene de lejos y no debe ser atajado por mares ni montañas. Con su entusiasmo aspira a superar cualquier obstáculo.
El estudiante es receptivo y rebelde. Sus causas se cruzan de la noche a la mañana, y en diálogo establece círculos, amistades con nexos de ilusión. Las calles son ocasión de proeza, para poner a prueba la fortaleza de su estirpe. Emprende los caminos, y sin problema se desvía o regresa, con alma enseñoreada. La sumisión no es patrimonio innato del estudiante, salvo cuando situaciones impositivas, absurdas, lo someten por la fuerza, pero aún así reacciona, resiste. Leer mas
1 comentarios: on "Los estudiantes universitarios y la vida pública"
Hey compañeros, un saludo desde Pereira. Muy bueno este artículo y su blog en general. Me gustaría saber cómo hacen para que los párrafos se vean más amplios, aprovechando el total de la pantalla. Me parece una gran ventaja visual a la hora de invitarl a la lectura. Visiten el mío: http://criticolandia.blogspot.com
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