martes, 2 de febrero de 2010

¡No sea sapo!

¡NO SEA SAPO!

Por Daniel Samper Ospina

Apuesto 100.000 pesos a que puedo demostrarle que Uribe es un dictador -me dijo, desafiante, un compañero de oficina.

- ¡Los apuesto! -exclamé sin amilanarme-: será lo que sea, pero el Presidente es un demócrata.

- ¿Sí? -me retó-. Quiere convertir a los estudiantes en informantes: ¿no es eso de pura dictadura?

Reconozco que no es un punto fácil de defender, y que parece una idea inventada por Pinochet o Fidel Castro. Pero no pienso perder mis 100.000 pesos. Y por eso aplaudo esta medida que tantos problemas le ha traído al Presidente, no sólo por las críticas que ha recibido, sino porque, desde que anunció que le pagaría una mensualidad a cada sapo, en su despacho se agolparon Armandito Benedetti, Héctor Elí Rojas y Sabas Pretelt, entre muchos otros, para reclamar su cheque. Alfredo Rangel exigía un bono de éxito. Rafael Nieto pedía que le pagaran en especie, que lo nombraran en alguna terna. Y Moreno de Caro llegó a Palacio dando brincos con las ancas todas sucias y dejó el piso todo embarrado.

No, señores: la medida no rige para el pasado. Es una medida futurista, que busca educar a las nuevas generaciones y que tiene la sana intención de formar niños que sean idénticos al 'Pincher' Arias: niños que sean sapos desde chiquitos. De lo contrario, si tuviéramos que pagarles a todos ustedes, el país se quebraría: habría que girarle también a la ex ministra de Comunicaciones, que de sapa propuso que transmitieran los consejos comunales por Internet; a César Mauricio Velásquez, que es tan sapo que lo mismo se reúne con obispos que con paramilitares; al mismo Presidente, que de sapo quería ir a Haití, y a Fabio Valencia, que fue.

Y no se trata de eso, ni mucho menos. La idea, simplemente, es formalizar al sapo juvenil. Al principio en las universidades de Medellín, luego en todas las academias, incluyendo la Academia Charlot, y ya al final en todas las órbitas de la sociedad. La meta es llenar todo esto de sapos. Que Samuel sapee a Iván Moreno. Que Jerónimo sapee a Tomás. Que en cada entidad estatal haya un sapo: ¿adivinen quién, que se eche gomina y coma harinas sin remordimientos, podría ser el sapo de la Comisión de Televisión; ¿y quién, que tenga un hermano preso al que le gusten las cuatrimotos, podría ser el sapo de los consejos de ministros? Seguir leyendo

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2 comentarios: on "¡No sea sapo!"

Anónimo dijo...

Jajaja que tarados son ustedes. Ponen un articulo del más tarado filipichín de una de las familias de "corruptines: Los Samper" como lo es Daniel Samper el proxeneta de SOHO. jajajaja. Copy Paste de Semana.com

Anónimo dijo...

Y?? que pasa que acá publiquen artículos que se considetan actuales para el debate universitario... si D. Samper Junior es proxeneta, ud debe ser un cura del OPUS DEI de la inquisición, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra,a demás un proxeneta prostituye la gente, cosa muy diferente a que las viejas quieran salir en bola para venderse más... por favor, como intentan confundir la opinión... típico uribista, mediando en una estado de opinión y no en uno de derecho.

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