El militar  que dirigió la retoma del Palacio de Justicia, hace 25 años, fue  acusado de desaparición forzada.
La sentencia de 30 años de cárcel contra el coronel en retiro Alfonso Plazas Vega es la primer condena que un juez imparte por la desaparición de once personas en la retoma del Palacio de Justicia, ocurrida hace casi 25 años.
 
En el fallo, la juez Tercera Especializada, María Stella Jara, declara que el oficial (r) es culpable del delito de desaparición forzada, pero además compulsó copias a la Fiscalía para que investigue por línea de mando a los responsables de la desaparición de 11 personas, entre quienes está el presidente de esa época, Belisario Betancur.
 
“Se compulsan copias por las posibles ejecuciones extrajudiciales que se presentaron al interior o por fuera del Palacio de Justicia, se deberá investigar por cadena de mando al Presidente de la República de la época y la línea de mando de las Fuerzas Militares y para que se investigue a una de las testigos por falso testimonio”, reveló Rafael Barrio, abogado de la familia de uno de los desaparecidos.
 
Según Barrio, se trata de Noemí Sanín, quien era Ministra de Comunicaciones.
 
La sentencia fue anunciada por la juez en ausencia de Plazas, que permanece bajo detención en el Hospital Militar Central. Plazas se recupera de unos problemas psíquicos que le causaron las diligencias judiciales; sin embargo, la defensa de los familiares de los desaparecidos afirma que dichos trastornos son una excusa para evadir la prisión.
 
Al ser notificado del fallo, Jaime Granados, abogado del oficial, anunció que apelará la decisión. “Con dolor de Patria y asombro recibo la noticia y es inaceptable que por un testigo clonado que no es testigo, una juez condene al coronel Plazas Vega”, dijo el abogado.
 
Las pruebas contra Plazas
 
La investigación por la desaparición de once personas en el Palacio se reabrió dos décadas después del holocausto. El 6 de diciembre de 2005, el ex fiscal Mario Iguarán asumió el caso, tras la aparición de unos videos y fotografías en los que se veían como varios de los desaparecidos salieron con vida.
 
Al desempolvar viejas evidencias, volvió a salir a la luz pública el testimonio de Ricardo Gámez, un ex informante del Ejército, quien el 1 de agosto de 1989, dijo, ante la Procuraduría General de la Nación haber sido testigo de las torturas y las desapariciones del Palacio de Justicia. En esa época el testimonio fue desestimado.
 
Pero para la Fiscalía actual las versiones fueron validas y motivaron a que, junto a otras evidencias, el 15 de febrero de 2007 se vinculara al coronel retirado Plazas Vega al proceso.
Cinco meses después se ordenó su captura.
 
Para la época de la toma al Palacio de Justicia, por parte del M-19, ocurrida el 6 y 7 de noviembre de 1985, Plazas Vega era coronel y dirigía la Escuela de Caballería.
 
Según la Fiscalía, Plazas dirigió la operación de retoma y tuvo control directo sobre los rehenes liberados por el Ejército. Los once desaparecidos habrían sido llevados a la Casa del Florero.
 
Plazas Vega ha dicho que todas las pruebas en su contra son producto de un complot. Además, señaló que no hubo desaparecidos y que sólo cumplió órdenes de sus superiores.
 
El procurador delegado, Jesús Villabona Barajas, indicó en el juicio que las pruebas de la Fiscalía contra el ex oficial carecían de sustento, por lo que pidió su absolución.
 
Los desaparecidos
 
Los empleados de la cafetería: Cristina Guarín Cortés, 27 años;  Bernando Beltrán; Carlos A. Rodríguez. 29 años; Luz Mary Portela León;  Héctor Jaime Beltrán, 28 años; Gloria Estella Lizarazu, 31 años.; David  Suspes era el ch 
Gloria Anzola.  Era abogada de la Universidad Santo Tomás.  Parqueaba su carro en los garajes del Palacio. 
Irma Franco.Hacía parte del M-19 
Lucy Amparo Oviedo de Arias. Entró al Palacio a presentar  una entrevista de trabajo. 
Norma Constanza Esguerra. Era proveedora de pastelería. 
Los otros vinculados 
Actualmente están detenidos por este caso  el general (r)  Jesús Armando Arias Cabrales, quien  estuvo a cargo de la retoma del  Palacio; el general (r) Iván Ramírez, quien era el Comandante Operativo  de Inteligencia y Contrainteligencia, Coci; el mayor (r) Fernando  Blanco, segundo al mando de la Brigada de Inteligencia del Ejército, y  el sargento Gustavo Arévalo, integraba el Coci. 
Los otros militares investigados,  pero que se encuentran  en libertad   por vencimiento de términos, son el  coronel (r) Edilberto  Sánchez Rubiano,  comandante del B2, sección de Inteligencia de la  Brigada 13; el mayor (r) Óscar William Vásquez, segundo al mando del B2,  y cuatro sargentos más. 
“Duele la condena de un militar 
“Veo con dolor que condenan a un integrante de las Fuerzas Armadas  que estaba defendiendo la democracia”, expresó el Presidente Álvaro  Uribe al conocer la noticia de la condena de Plazas Vega. 
"Una alianza criminal entre el narcotráfico y la guerrilla asesinó a  la Corte Suprema de Justicia en 1985 y de los actores criminales  ninguno está en la cárcel. Y ahora condenan a un integrante de las  fuerzas armadas de Colombia que simplemente buscó cumplir con su deber…  Duele... da tristeza” , dijo Uribe. 
El fallo condenatorio contra el oficial retirado también fue  rechazado por el ex comandante de las Fuerzas Militares, general Harold  Bedoya, quien lo calificó como una monstruosidad. “El daño ya ha está  hecho a una nación entera en donde el mal triunfa sobre el bien”, dijo. 
Las organizaciones de oficiales en retiro de las Fuerzas Militares  se reunirán hoy para entregar un pronunciamiento sobre el fallo. 
“Aquí maestro salvando la democracia” 
Como un tropero y un militar disciplinado como pocos. Así califican  quienes lo conocieron como jefe castrense o como compañero de armas, al   coronel retirado  Luis Alfonso Plazas Vega, quien  se desempeñaba  como   comandante de la Escuela de Caballería en Bogotá en 1985, cuando  ocurrió el asalto al Palacio de Justicia. 
Aún muchos recuerdan su famosa frase “aquí maestro salvando la  democracia”, mientras los tanques de guerra ingresaban al Palacio,  envuelto en llamas 
Después del holocausto, Plazas, proveniente de una familia de  militares,   fue ascendido a ayudante General del Comando General de las   Fuerzas Militares,  un incentivo por lo que calificaron en esa época  como una heroica acción, que hoy casi 25 años después lo tiene en la  picota pública 
La carrera militar de Plazas,  oriundo de  Tunja, Boyacá, fue una  historia de éxitos hasta que en 1991 pidió su retiro, ya que no fue  llamado a realizar el curso de general. 
En sus 32 años de  vida  militar ocupó los cargos  de jefe de   Estado Mayor de la Segunda Brigada en Barranquilla, comandante del   Grupo de Guías de Casanare en Yopal,  agregado militar adjunto en Madrid  y ministro Plenipotenciario en Pretoria, Sudáfrica. 
Su ascendente carrera en el Ejército le dejó  23 medallas y  condecoraciones. 
Incluso, siendo un oficial retirado llegó a ser asesor del general  Fernando Tapias,  comandante general de las Fuerzas Militares 
Luego, fue nombrado   como director Nacional de Estupefacientes, el  15 de agosto de  2002. 
Debido a una serie de escándalos,  la Procuraduría le inició  investigaciones por corrupción debido a extrañas adjudicaciones que hizo  con bienes de narcotraficantes. Pero tiempo después fue absuelto.  
Sin embargo, las denuncias en el Congreso por los malos manejos  hicieron que Plazas Vega renunciara a su cargo el 9 de noviembre del  2004, argumentando problemas de salud. “Estoy convencido de que la  salida mía de la entidad fue generada por el narcotráfico”, expresó el   ex funcionario en esa oportunidad. 
La sentencia de 30 años de cárcel contra el coronel en retiro Alfonso Plazas Vega es la primer condena que un juez imparte por la desaparición de once personas en la retoma del Palacio de Justicia, ocurrida hace casi 25 años.
En el fallo, la juez Tercera Especializada, María Stella Jara, declara que el oficial (r) es culpable del delito de desaparición forzada, pero además compulsó copias a la Fiscalía para que investigue por línea de mando a los responsables de la desaparición de 11 personas, entre quienes está el presidente de esa época, Belisario Betancur.
“Se compulsan copias por las posibles ejecuciones extrajudiciales que se presentaron al interior o por fuera del Palacio de Justicia, se deberá investigar por cadena de mando al Presidente de la República de la época y la línea de mando de las Fuerzas Militares y para que se investigue a una de las testigos por falso testimonio”, reveló Rafael Barrio, abogado de la familia de uno de los desaparecidos.
Según Barrio, se trata de Noemí Sanín, quien era Ministra de Comunicaciones.
La sentencia fue anunciada por la juez en ausencia de Plazas, que permanece bajo detención en el Hospital Militar Central. Plazas se recupera de unos problemas psíquicos que le causaron las diligencias judiciales; sin embargo, la defensa de los familiares de los desaparecidos afirma que dichos trastornos son una excusa para evadir la prisión.
Al ser notificado del fallo, Jaime Granados, abogado del oficial, anunció que apelará la decisión. “Con dolor de Patria y asombro recibo la noticia y es inaceptable que por un testigo clonado que no es testigo, una juez condene al coronel Plazas Vega”, dijo el abogado.
Las pruebas contra Plazas
La investigación por la desaparición de once personas en el Palacio se reabrió dos décadas después del holocausto. El 6 de diciembre de 2005, el ex fiscal Mario Iguarán asumió el caso, tras la aparición de unos videos y fotografías en los que se veían como varios de los desaparecidos salieron con vida.
Al desempolvar viejas evidencias, volvió a salir a la luz pública el testimonio de Ricardo Gámez, un ex informante del Ejército, quien el 1 de agosto de 1989, dijo, ante la Procuraduría General de la Nación haber sido testigo de las torturas y las desapariciones del Palacio de Justicia. En esa época el testimonio fue desestimado.
Pero para la Fiscalía actual las versiones fueron validas y motivaron a que, junto a otras evidencias, el 15 de febrero de 2007 se vinculara al coronel retirado Plazas Vega al proceso.
Cinco meses después se ordenó su captura.
Para la época de la toma al Palacio de Justicia, por parte del M-19, ocurrida el 6 y 7 de noviembre de 1985, Plazas Vega era coronel y dirigía la Escuela de Caballería.
Según la Fiscalía, Plazas dirigió la operación de retoma y tuvo control directo sobre los rehenes liberados por el Ejército. Los once desaparecidos habrían sido llevados a la Casa del Florero.
Plazas Vega ha dicho que todas las pruebas en su contra son producto de un complot. Además, señaló que no hubo desaparecidos y que sólo cumplió órdenes de sus superiores.
El procurador delegado, Jesús Villabona Barajas, indicó en el juicio que las pruebas de la Fiscalía contra el ex oficial carecían de sustento, por lo que pidió su absolución.
Los desaparecidos
1 comentarios: on "30 años de cárcel para el coronel (r) Plazas Vega"
pregunto por que lo condenan solo a el y a los del M19 que estan en el poder como petro y el gobernador de pasto no les hacen nada? acaso no fueron esos hujos de puta los que se metirton y mataron a toda esa gente.
acaso sus ideas adsurdas no fueron las causantes de todos esos daños y en tonces porque no los judicializan tambien a ellos? eso si seria justo, Que pague plasas pero que tambien los hagan petro y el gobernador de pasto Navarro
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