domingo, 5 de diciembre de 2010

“Esta es una crisis creada”: Encapuchado


Por Redacción Qué Pasa UdeA

No piense en mi cara, escuche mi voz, le pide un estudiante “encapuchado” al equipo periodístico de Qué Pasa UdeA. En esta entrevista explica que aunque, por ser clandestino, puede ser considerado un ilegal, no pertenece a grupos armados ilegales. Un actor más del complejo mundo universitario expone su punto de vista frente a las problemáticas de la U, denunciando que las medidas actuales –Policía a la entrada y exigencia de la Tip- son una persecución a la protesta política y encubren los verdaderos flagelos de la institución: venta de drogas, penetración del paramilitarismo, falta de financiación del Estado y una universidad en disputa política. El encapuchado asegura que, a pesar de usar explosivos, no buscan el cierre de la U y que están en contra de “El Aeropuerto” y el consumo irresponsable al interior del campus universitario.

[http://periodistasudea.com/quepasaudea/?p=73]


¿Por qué se encapucha?

Porque en Colombia no hay garantías para pensar diferente y mucho menos para expresarlo. Algunos estudiantes que adoptamos una posición crítica y protestamos contra las injusticias sociales protegemos nuestra identidad para proteger la vida, porque no queremos ser señalados. Esta universidad cuenta con asesinatos, desapariciones y torturas a líderes estudiantiles, docentes, y trabajadores que dedicaron su vida a la defensa de los derechos humanos, pero que les “cercenaron sus cerebros”, tal como lo dice Carlos Castaño en Mi confesión, porque era peligrosísimo que pensaran y trataran de cambiar la sociedad. En 1987 fueron asesinados 17 integrantes de la comunidad universitaria y en 1999 fueron 5; entonces yo pregunto, por ejemplo, si Gustavo Marulanda se hubiera tapado el rostro ¿estaría vivo?

La defensa de la Universidad pública no requiere mártires, de esos ya puso bastantes; necesita estudiantes vivos denunciando lo que a otros les da miedo decir y en este país, que un estudiante cubra su rostro, no es sólo un mecanismo válido, sino indispensable para defender la vida. Además, cubrirnos el rostro no es un delito, por más que nos quieran tildar de terroristas por hacerlo, y si fuera así, el Esmad no usaría capucha como parte de su traje, o quien no ha notado que ellos se encapuchan y hasta usan cascos para no ser identificados, ni siquiera los apellidos los llevan en los trajes. Entonces, ¿por qué se encapuchan? ¿Será que también temen por su vida, temen ser señalados?

¿Pertenece a alguna organización legal o ilegal?

Evidentemente, pertenecemos a una organización ilegal en el sentido que somos clandestinos. Además, no tenemos personería jurídica si eso es lo que quiere saber y no somos reconocidos por el Estado. Ya que si lo que usted pregunta es si hacemos parte de una organización armada ilegal, pues no, nuestra organización es netamente de carácter estudiantil y reivindicamos luchas estudiantiles.

¿Cuál es su mecanismo de protesta y porqué?

Algunas personas, gracias a la campaña mediática, cuando ve a los estudiantes encapuchados inmediatamente los relaciona con tropeles y con “papas bombas”, que en parte es cierto, pero la mayoría de veces nos presentamos para dar un discurso o entregar volantes donde sentamos nuestra posición ante un problema, también para pintar las paredes con frases que expresan lo que sentimos, no poseemos más espacios mediáticos a parte de la web, y bueno, si los medios son del Gobierno; las paredes son del pueblo.

El otro mecanismo de lucha que usamos es el tropel, pero tenemos claro que es una forma de lucha y no la forma de lucha. Nuestra organización no ha salido a “tropelear” desde hace rato porque no lo hemos visto necesario, o bueno, no lo habíamos visto necesario, hasta ahora. Sin embargo, no lo hemos hecho porque consideramos que es necesario el trabajo amplio, el trabajo con la masa estudiantil, si los capuchos nos dedicamos solo a al tropel y olvidamos al estudiantado nos vamos a volver externos al movimiento estudiantil.

En la coyuntura actual consideramos necesario manifestarnos con un tropel, pero reconocemos que no hay capacidad de fuerza para controlar las 5 porterías, por lo menos no ahora, por ahora la táctica es replegarse. Pero nadie puede negar que encontrar casi 20 agentes de Esmad por portería y tanquetas a la entrada, es una provocación directa contra la comunidad universitaria.

Además, no hay que olvidar que la rebelión es un derecho universal, incluso la rebelión armada, que es levantarse en armas para destruir un Estado que no consideras justo, con la intención de construir otro, también es un derecho, es un derecho político.

¿Qué rechazan de la universidad actualmente?

Principalmente rechazamos todas estas medidas que se están tomando para tapar o distraer del problema real que es el déficit presupuestal que hay en la Universidad de Antioquia. Anualmente, el Gobernador debe aportarle a la universidad el 11% de su financiación, es decir, un total de 46 mil millones de pesos, pero hasta la fecha sólo le ha dado 10 mil millones. Igualmente, le debe 524 millones de pesos de la cuota anual de acuerdo de pago.

Rechazamos tener una universidad sin docentes de tiempo completo, sólo el 18 por ciento están vinculados así, el 82 por ciento restante, que son más de 7 mil profesores son ocasionales o de cátedra y para nadie es un secreto que esto baja la calidad en la educación. Además, se nos están llevando a los buenos docentes para los posgrados que son los que dejan dinero.

Rechazamos una universidad permeada por el paramilitarismo y que la institución se quede callada. Acá las directivas no temen hablar de las guerrillas y el PC3 y etcétera… pero cuando El Espectador publica en sus páginas un artículo llamado Las confesiones de los García, que es la versión de un paramilitar que afirma que Alfonso Monsalve Solórzano, quien fue director del Instituto de Filosofía de la Universidad y vicerrector de Investigación de la institución, tenía vínculos con ellos y recibía dineros de “El Alemán”, ahí sí guardó un silencio criminal.

Rechazamos la carne de cañón en que nos pusieron el Gobernador y el Rector, esta crisis es producto de la disputa por el poder en la Universidad de Antioquia que tienen ellos dos. Esta es una crisis creada para ver quién se queda con la tajada de una universidad que para ellos representa billones de pesos. Ellos son quienes quieren cerrar la universidad

Rechazamos una universidad militarizada y la violación al alma mater que representa el ingreso de la Fuerza Pública cuando les da la gana. También tememos que los estudiantes se acostumbren y ya los vean como parte del paisaje.

Rechazamos retiración forzosa de las ventas ambulantes de la universidad. Este país no da tregua y acá sobrevivir es una odisea, por eso entendemos que los estudiantes recurran al trabajo que llaman informal para subsanar sus necesidades.

Rechazamos la plaza de vicio en que se convirtió “El Aeropuerto”, pero bajo ningún motivo rechazamos el consumo, esa es una libertad individual, lo que si condenamos es la forma de adquirir la dosis personal: algunos compañeros están pagando a cuotas las balas que en el futuro los matarán. A esa gente sí les exigimos un consumo responsable, que no le paguen a los paracos por eso, que la cultiven o que traten de abstenerse de la droga hasta que encuentren una forma responsable de conseguirla, no ésta que es la que financia tanta muerte.

Rechazamos a MIRO Seguridad, la seguridad privada que parece estar ahí es para golpear a los estudiantes y vigilarlos. Una empresa que la mayoría está formada por desmovilizados del paramilitarismo y que ve al estudiante como su enemigo.

Hay muchas cosas que rechazamos pero podríamos quedarnos toda la tarde diciéndolas.

¿Buscan el cierre de la universidad?

No, no buscamos el cierre, la universidad pública es nuestra razón de existir. Pero hoy no estudiamos en la universidad, hoy vamos es al Gran Hermano U. de A. La universidad que nos abrieron es otra, es una universidad donde la presunción de inocencia no existe, acá todo el mundo es culpable hasta que se demuestre lo contrario. Es policiva, represiva, militarizada y excluyente, mucha gente que sólo tenía la posibilidad de acceder a los servicios de la universidad por las tardes, no pudo volver a entrar. Así que como dijo el Che Guevara: “La Universidad debe ser flexible, pintarse de negro, de mulato, de obrero, de campesino, o cerrar sus puertas que el pueblo las romperá y pintará la Universidad con los colores que le parezca”.

¿Cuáles son las razones de la crisis de seguridad en la Universidad?

Creo que sería volver a mencionar todo lo que dije en cuanto a la pregunta de qué rechazamos. Lo que las directivas plantearon como crisis fue el expendio y consumo de drogas, los atracos a mano armada, las supuestas violaciones sexuales al interior de los baños de mujeres, la presencia de los venteros informales y las acciones de protesta de algunos estudiantes. Lo peor es que pretendieron meter todos estos asuntos en un solo costal y eso es un error. A los estudiantes encapuchados no quieren meter como crisis, pero nosotros no somos un elemento nuevo en la universidad pública, nosotros no somos los mismos que hace 15 o 20 años. Estamos y siempre estaremos en la universidad por más que nos quieran exterminar, porque siempre que haya injusticia e inconformismo social, habrá rebeldía. Cuando se inventaron el lápiz también se inventaron el borrador.

La verdadera crisis es el déficit presupuestal, la privatización y “fascistización” de la universidad y la expansión del proyecto paramilitar en su interior.

¿Quiénes son responsables por esa crisis?

Realmente pensamos que esta es una crisis creada, las elites en el poder universitario se están peleando la UdeA. Los únicos responsables son el Gobernador Luis Alfredo Ramos y el rector Alberto Uribe Correa. Aunque no descartamos que detrás de todo esto también esté la reforma del reglamento estudiantil. Esto también puede ser pura teoría del shock de la que habla Naomi Klein, “las situaciones de pánico o de crisis se crean para instaurar medidas que en otras condiciones el pueblo no aprobaría”. Al fin y al cabo, las reformas a la universidad siempre han estado respaldadas por crisis, pasó con el cambio del estatuto docente y pasó con el Plan Nacional de Desarrollo.

¿Cómo debe afrontarse?

Los ejes que se plantean como crisis deben estudiarse rigurosamente para buscarles soluciones. Los espacios universitarios deben ser recuperados despacio, con actividades lúdicas y académicas. Se requieren mesas de estudio consiente de las que hagan parte todos los estamentos de la universidad. Las ventas informales no deben ser retiradas, deben ser legitimadas. La plaza de vicio debe acabarse lo que nos llevaría a plantear el asunto de la legalización. En fin, no nos la sabemos todas pero por lo menos tenemos una comisión de estudio de las problemáticas.

Lo único cierto es que el Esmad en las porterías no va a solucionar nada, su función es “controlar” disturbios. Si el asunto se quiere enfrentar con organismos estatales, la Dirección Nacional de Estupefacientes debería estar a cargo de “El Aeropuerto” y, por ejemplo, el 15 de septiembre, cuando el rector alegó estar secuestrado el Gaula fue el que debió haber entrado.

¿Cree que los encapuchados hacen parte del problema de la seguridad? Qué piensa de ello?

No, no lo somos. Le repito, por décadas hemos estamos y estaremos siempre en la universidad. Siempre que haya injusticia e inconformismo social, estaremos. En pocas palabras, si siguen haciendo de la educación una mercancía, los estudiantes seguiremos en rebeldía.

Desde que en este país no haya garantías para pensar diferente y poder expresarlo públicamente sin ser señalado, existirá la capucha para proteger la vida y poder decir la palabra, decir lo que se piensa.

¿Qué propuesta concreta tiene para garantizar el desarrollo de las actividades académicas y misionales de la Universidad?

Acabar con la represión de la universidad, que solo persigue la actividad política, la protesta política. O de otra forma, cómo se puede explicar la cámara ubicada en la biblioteca, esa no desarticula a nadie en “El Aeropuerto” porque su ángulo no llega hasta allá; no identifica a ningún estudiante capucho porque llegan cubiertos al lugar y si es por el tropel pues ya lo grababan los del Esmad desde afuera de la universidad; tampoco capta un robo porque estos se dan en los pasillos; entonces no tiene otro objetivo que identificar los rostros de los estudiantes que protestan abiertamente y sin cubrir sus caras en la plazoleta Barrientos.

La propuesta es enfrentar los verdaderos problemas: acabar con la represión, exigir al Gobernador el pago de la deuda, contratar a los profesores de tiempo completo y dejar de estar gastando miles de millones de pesos en “maricadas” como la TIP, torniquetes y cámaras de vigilancia en vez de invertirlos en el bienestar universitario que buena falta le hace. Y, finalmente, dejar de “fascistizar” la universidad. Si quiere saber quiénes somos, sólo refléjese en un espejo, debajo de la capucha sólo hay un estudiante más como cualquiera de ustedes.

Enviado por: COLECTIVO INFORMATIVO SUSURRO

http://informativosusurro.blogspot.com/


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