miércoles, 1 de diciembre de 2010

¿Otra vez, Camacho?


¡Qué vaina con Camacho! Sí, Camacho, el tristemente célebre rector de la Universidad Industrial de Santander tan aficionado a la limpieza en las siempre polvorientas calles de mi Alma Mater. Ahora a Camacho se le subieron los humos y se cree el rector de Los Andes o del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, y que sus estudiantes, otrora pobres y ‘terroristas’, nadan en billete como hijos de papi que se respeten.

El asunto parece simple: Camacho y sus secuaces en el Consejo Superior piensan decretarle a los médicos residentes de su propia universidad, que se especializan en el Hospital Universitario de Santander, un incremento de 2.5 a 11 millones de pesos anuales en el valor de la matrícula. Los médicos de la UIS, que no son hijos de ministros, ni de políticos presos en La Picota, no podrán nunca pagar ese valor y tendrán que parar su actividad laboral en el hospital –que representa bastante más de los 11 millones que les cobra Camacho- para tratar, así, de reversar la absurda medida de los directivos.

Pero la cosa no es tan sencilla, o ¿por qué los directivos de la UIS, que aspiran a manejar el HUS, tratan, en este momento, de forzar un paro de los residentes que generaría el rechazo de la comunidad hacia esta posibilidad? Eso no es inteligente, y Camacho podrá ser lo que se nos ocurra, pero no es bruto.

Para no dar más vueltas, la situación es esta: este año, por ley, deben terminar las cooperativas de trabajo asociado que, en el caso del HUS disponen del empleo de mil 200 personas que laboran en ese centro de salud y que, oh sorpresa, llegaron allí por recomendación, palanca e interés de algo que se llamaba Convergencia Ciudadana y ahora es el PIN, tutores indiscutibles de Camacho, que no están dispuestos a renunciar al poder, a los voticos ni al presupuesto que el hospital les representa.

Es obvio, entonces, que el Hospital Universitario de Santander no puede quedar en las manos científicas, académicas y eficaces de la UIS, como está previsto, sino que debe seguir siendo el juguetico del PIN y, para eso, hay que desacreditar a la universidad. De manera que cuando veamos a los residentes en paro, porque no tienen otra, y a los ciudadanos de esta parroquia gemir, parir y morir a las puertas del hospital porque no los atienden, ya sabemos quién es el culpable y por qué y para qué están haciendo esto.

Tomado de Vanguardia.com


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4 comentarios: on "¿Otra vez, Camacho?"

Anónimo dijo...

hace más de una decada que la facultad de salud es otra facultad pero de la UNAB, es bueno que estos niños pobres comiencen a pagar porla matricula que les da el prestigio de ser de la UIS. Hace mas de 10 años que a la UIS dejo de entrar gente pobre. La universidad del pueblo es la Fernando Vargas muchachos, dejen las patadas de ahogado y la mamerteria, estamos cansados de tanta estupidez, si quieren hacer algo realmente ponganse a estudiar y a leer al menos el capital

Anónimo dijo...

Deje la estupides, gracias a nosotros la UIS se ha subsidiado co nuestros programas de investigación que tienen gran reconocimiento nacional e internacional, el dinero se pierde y jamas se ve implementacion de mejoras en nuestra facultad; es mejor que no opinene los que no han vivido lo de nosotros porque vivien es encerrados es siempre en la casa esperandohaber que hace otro y no viven sino de criticar sin drecho

Anónimo dijo...

La UIS no tiene nada que ver con la UNAB que maricada, ademas por que se tiene que pagar por algo que es publico? y que en la UIS no hay gente pobre como se nota que no esta enterado de que pasa en la UIS, claro que no niego que en la UIS hay estudiantes con mucha plata

Anónimo dijo...

Aquí el debate es sectorista. Que si los de la Facultad de Saludhan hehco o no han hecho eso no lo vamos a discutir ahora, aquí lo realmente importante es que ellos necesitan ayuda, necesitan apoyo de parte de todos los estudiantes y profesores, que si les privatizan a ellos los posgrados, lo que sigue es provatizar la salud pública y lo siguiente es seguir privatizando la educación (el resto de posgrados y hasta los pregrados) Abramos los ojos. No se trata de unirnos a la lucha por unirnos, se trata de dimensionar el problema, de ver que tanto ellos como nosotros somos estudaintes, ricos o no, le estamos aportando al país y estudiamos por los impuestos que todos, ellos, nosotros y todos neustros padres pagan en mayor y menos medida. La educación pública se defiende, seamos ricos o pobres es una obligación del estado asumir la educación pública del país y obligarla a autosostenerse. Entendido?

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